domingo, 12 de abril de 2015

La Magdalena ( Pedro de Mena)

Encuadre:
Obra: La Magdalena
Autor: Pedro de Mena
Fecha: (1663-1664)
Estilo: Escultura Barroca
Tamaño:165 cm
Material: Madera Policromada 
Localización: Museo Nacional de Escultura, Valladolid       


Análisis:




Pedro de Mena nos presenta una talla realizada en madera. Mide unos 165 cm, representada de pie, lo que es habitual en el escultor andaluz. Utiliza el patetismo, apreciado claramente en esta obra. Como puede verse es una escultura llena de sencillez contrastada por la cantidad de detalles que tiene, lo que ayuda a plasmar en ella un gran realismo que no pasa inadvertido. En esta obra, se presenta a una Magdalena de figura juvenil en la que se pueden apreciar perfiles hebreos. En oposición, el hábito de la Santa es rígido y de una áspera palma que oculta sus formas femeninas.

Es su sencillez y austeridaz lo que primero llama la atención. A pesar de tratarse de una escultura en coloreada, se aprecia una policromía suave y sobria basada en ocres, marrones y rojizos. Carece de demasiados tonos oscuros, para que ese poco contraste nos permita captar mejor el dramatismo presente en la obra. Esto hace que dirijamos toda nuestra atención al foco de mayor expresividad de la figura: su rostro.
El óvalo afilado, bello y de faciones grandes deja apreciar con claridad una mirada triste de ojos enrojecidos por las lágrimas. Además, la boca entreabierta y seca completan un gesto abrumado y de claro dolor que muestra todo su arrepentimiento. Su larga cabellera humedecida enmarca el rostro y cae por todo su cuerpo ayudando a resaltar aún más la sensación de pesadumbre que trasmite la obra, ya que parecen llevar su llanto hasta el suelo.

Las manos están modeladas de manera sencilla y elegante. Sujeta con fuerza en su mano izquierda un crucifijo, que contempla con gran pena y un asombro místico. Esta mirada parece transportarla lejos de lo terrenal haciendola estar más cerca de Dios. Con la mano derecha se oprime el corazón, evitando que se desborde, lo que indica su amor y devoción por Jesucristo.

El movimiento está presente en la obra plasmado en el detalle de su pie izquierdo que parece dar un paso y avanzar. Sin embargo, contrasta con el gesto y el resto del cuerpo que indican lo contrario.




Comentario:

Mena era un hombre muy religioso y devoto que se movía en círculos amistosos con obispos y clérigos. Destaca por esculpir figuras aisladas y no pasos procesionales como era habitual en los escultores religiosos de la época. Su seriedad y orden en el trabajo se reflejan en su obra. La clave de su éxito es que, sin ser su escultura muy imaginativa, supo plasmar en ella sentimientos y emociones de manera sencilla y llena de verosimilitud. El realismo sin estridencias acentuado por el patetismo son una constante en su obra. En ella nos muestra claramente la mesura y elegancia de la escuela andaluza a la que pertenece. Usa vidrio para ojos y lágrimas y su policromia no es nunca disonante siempre ajustada dentro de una gama que refuerza la sencillez de sus esculturas. Otras esculturas, La Dolorosa, Ecce Homo,San Juan Bautista Niño...

Contexto Histórico:

(Barroco Español)

La decadencia política y militar

El siglo XVII fue para España un período de grave crisis política, militar, económica y social que terminó por convertir el Imperio Español en una potencia de segundo rango dentro de Europa. Los llamados Austrias menores -Felipe III, Felipe IV y Carlos II- dejaron el gobierno de la nación en manos de ministros de confianza o validos entre los que destacaron el duque de Lerma y el conde-duque de Olivares. En política exterior, el duque de Lerma, valido de Felipe III, adoptó una política pacifista y logró acabar con todos los conflictos heredados del reinado de Felipe II. Por el contrario, el conde-duque de Olivares, valido de Felipe VI, involucró de lleno a España en la guerra de los Treinta Años, en la que España sufrió graves derrotas militares.

Durante la segunda mitad del siglo, Francia aprovechó la debilidad militar española y ejerció una continua presión expansionista sobre los territorios europeos regidos por Carlos II. Como consecuencia de esta presión, la Corona española perdió buena parte de sus posesiones en Europa, de modo que a principios del siglo XVIII el Imperio español en Europa estaba totalmente liquidado.

En política interior, la crisis no fue menos importante. El duque de Lerma procedió a la expulsión de los moriscos (1609), con lo que se arruinaron las tierras de regadío del litoral levantino, y permitió la generalización de la corrupción administrativa. Posteriormente, la política centralista del conde-duque de Olivares provocó numerosas sublevaciones en Cataluña, Portugal, Andalucía, Nápoles y Sicilia. La rebelión catalana fue sofocada el año 1652, mientras que la sublevación portuguesa desembocó en la independencia de ese país (1668).

La crisis social y económica

En el siglo XVII, España sufrió una grave crisis demográfica, consecuencia de la expulsión de casi 300.000 moriscos y de la mortalidad provocada por las continuas guerras, el hambre y la peste. La sociedad española del siglo XVII era una sociedad escindida: la nobleza y el clero conservaron tierras y privilegios, mientras que los campesinos sufrieron en todo su rigor la crisis económica. La miseria en el campo arrastró a muchos campesinos hacia las ciudades, donde esperaban mejorar su calidad de vida; pero en las ciudades se vieron abarcados al ejercicio de la mendicidad cuando no directamente a la delincuencia.

Por otra parte, la jerarquización y el conservadurismo social dificultaban el paso de un estamento a otro y sólo algunos burgueses lograron acceder a la nobleza. La única posibilidad que se ofrecía al estado llano para obtener los beneficios que la sociedad estamental concedía a los estamentos privilegiados era pasar a engrosar las filas del clero. Este hecho, unido al clima de fervor religioso, trajo como consecuencia que durante el siglo XVII se duplicara el número de eclesiásticos en España.

domingo, 8 de marzo de 2015

La bella jardinera de Rafael Sanzio



Encuadre: 
Obra: La bella jardinera
Autor: Rafael Sanzio
Fecha: (1507)
Técnica: Óleo sobre tabla
Estilo: Renacimiento.                                                 
Tamaño: 122cm x 80cm 
Localización: Museo del Louvre, París, Francia


                          Análisis 
El título "Bella Jardinera" se debe a la florida belleza de la Virgen y al ambiente campestre que la rodea.
En esta obra se aprecia a la Virgen y el niño con el pequeño San Juan Bautista.
La Virgen sentada, mira al niño mientras que este le devuelve la mirada, las miradas se cruzan entre sí, haciendo que los personajes transmitan una emoción silenciosa y embellecedora. La Virgen representa la belleza femenina, con su óvalo puro típicamente florentino y el  refinamiento y simplicidad del peinado. Las figuras se integran en el paisaje de manera ideal. 
La Virgen con el Niño y san Juan forman una composición dinámica y piramidal, esquema que aporta equilibrio y serenidad a la escena. El grupo se sitúa en el primer plano de un paisaje luminoso y abierto. Al fondo, a la derecha, se ve el perfil de una ciudad con edificios góticos. La dulce mirada de la Virgen hacia Jesús y el arbusto frágil son de inspiración peruginesca. Al fondo del cuadro se ven unos edificios típicos de esa época de estilo gótico, pero es más visible la vegetación en gran cantidad que los edificios. En el cuadro hay plantas, arbustos y unas cuantas flores pequeñas, sin embargo, la vegetación no es muy colorida, sus tonos opacos y terrestres hacen parecer que algunas partes de la vegetación están secas. Entre ellas se ven violetas, símbolo de la humildad de la Virgen, y aguileñas, símbolos de la Pasión de Cristo. Las transparencias azuladas del paisaje lejano (esfumado), así como el modelado suave de los niños, a través del efecto de luces y sombras (claroscuro) derivan de Leonardo da Vinci. Hace contraste el color rojo fuerte del vestido de la virgen con el paisaje de fondo. De Miguel Ángel toma el vigor plástico y la firmeza monumental de las figuras, así como el contrapposto del Niño Jesús. Respecto al niño representa el desnudo, muy característico de este época.
 Los halos, tan destacados en la pintura precedente (gótica y cuatrocentista) han quedado reducidos a una suave línea dorada, casi imperceptible. Las sombras aparecen con gran fuerza y se usa la técnica del claro oscuro. El cuadro está pintado sobre la técnica de pintura al oleo sobre lienzo. En este cuadro se sintetizan las distintas influencias que recibió Rafael: Perugino, Leonardo y Miguel Ángel. 




       Comentario

 La pintura renacentista en Italia se inspiro en la pintura clásica, y se le dio gran importancia al hombre considerado este como el centro del universo dejando a tras el teocentrismo, la doctrina según la cual Dios es el centro del universo y que todo lo creado fue por Él. Fue un concepto central en el pensamiento de principios de la era cristiana y la Edad Media hasta el periodo del Renacimiento, a partir de cuando se empezó a concebir a Dios como un factor pero no como causa única del mundo. Entre las características principales de la pintura del renacimiento se encuentran la unidad de la composición, perspectiva, anatomía y belleza exterior física que tendía a limitar la naturaleza, inspirándose en artistas de obras clásicas. También se maneja de manera impresionante la proporción y se descubre el uso del óleo. Los más mínimos detalles de un paisaje o una escena comienzan a cobrar importancia y a ser resaltados con el fin de darlos a conocer bien por sí mismos o como parte de un simbolismo integral. El reconocimiento de la perspectiva y su aplicación a las obras, nos ofrece escenas o lugares más reales, con mayor gracia y mejor adaptación al ojo del espectador. Antes del renacimiento la técnica utilizada para pintar era la pintura al temple, que consistía en utilizar pigmentos de color mezclados con yema de huevo generando una mezcla fina, resistente, no muy homogénea y de rápido secado.
Se pinta sobre temas religiosos y se da interés al cuerpo humano, en particular al desnudo que se estudia y copia cuidadosamente. Otras obras de esta época son del siglo XV como El tránsito de la virgen de Mantenga, adquirido por Felipe IV, La Anunciación de Fra Angélico  y Las escenas de la historias de Nastagio degli Onesti de Botticeli. A ellas se sumó el Cristo muerto sostenido por un ángel  de Antonello de Messina, cuya compra en 1966 constituyó todo un acontecimiento, por su elevada calidad.

Del siglo XVI hay que destacar las magníficas colecciones de Rafael, con obras muy conocidas como La Sagrada Familia del Cordero, La Virgen del Pez o El Cardenal . De la escuela veneciana, la gran protagonista en el Museo del Prado, el visitante podrá admirar un excepcional conjunto de obras maestras de Tiziano, como Carlos V en Mühlberg, La Bacanal, Ofrenda a Venus, Dánae recibiendo la lluvia de oro, Venus y Adonis y el Autorretrato; de Veronés, Venus y Adonis, Moisés salvado de las aguas y Jesús entre los doctores ; y de Tintoretto, El Lavatorio  y las siete pinturas con episodios del Antiguo Testamento compradas por Velázquez en su segundo viaje a Italia.

Contexto histórico 

La pintura renacentista se dio durante los siglos XV y XVI, entre la Edad Media y el Barroco. La pintura de esta época se relaciona con el arte de la antigüedad clásica, el impacto del humanismo y la transición entre el periodo medieval y los comienzos de la Edad Moderna.
Florencia fue la cuna del Renacimiento, propagándose desde allí a las demás ciudades italianas, como así también en  Roma, Milán, Venecia, para después extenderse por diferentes países de Europa. En este periodo, la fragmentaria sociedad feudal de la Edad Media, caracterizada por una economía básicamente agrícola y una vida cultural e intelectual dominada por la iglesia, se transformó en una sociedad dominada progresivamente por instituciones políticas centralizadas, con una economía urbana y mercantil, en la que se desarrolló el mecenazgo de la educación, de las artes y de la música. El desmembramiento de la cristiandad y el desarrollo de los nacionalismos, la introducción de la imprenta, entre 1460 y 1480, y la consiguiente difusión de la cultura. Paralelamente a la revolución operada en el mundo de las ideas, surgió a principios del siglo XV un renacimiento artístico en Italia, de empuje extraordinario.


domingo, 7 de diciembre de 2014

Mezquita-catedral de Córdoba

     MEZQUITA-CATEDRAL DE CÓRDOBA


ENCUADRE:

Obra: Mezquita-Catedral de Córdoba

Autor: Desconocido

 Ubicación: Córdoba, Andalucía ,España

Construcción: años 780-Siglo XVI

Culto: Iglesia Católica 

Estilo Arquitectónico:Arquitectura musulmana de carácter religioso


ANÁLISIS 

En esta construcción se puede observar que utiliza una novedosa superposición de soportes: columnas en la parte inferior y pilares encima, con doble arcada. En la parte inferior se hallan arcos de herradura, sobre los que se superponen arcos de medio punto. Con esta técnica se lograba dar más altura a las naves a la vez que permitía transparencia y comunicación entre ellas. Este sistema se basó en los grandes acueductos romanos y en los arcos de herradura visigodos, pero lograron una combinación única. Las naves no se encuentran paralelas al muro de la quibla, sino perpendiculares, y se cubren con techo de madera a dos aguas. No fue un templo de planificación global, lo que resulta de las sucesivas ampliaciones que sufrió. Su carácter monumental lo fue adquiriendo a partir de la acumulación de construcciones. Revela también otras características generales de la arquitectura islámica: la reutilización de elementos y estructuras precedentes, la tendencia a la horizontalidad.


Finalizado el proceso de ampliaciones, la mezquita quedó con 19 naves que, junto con el patio, totalizan 180 metros de largo por 120 de ancho. La techumbre es de madera, de acuerdo a la costumbre islámica, con 19 hileras de tejado en doble vertiente, una por cada nave. Tiene un enorme patio exterior, el “patio de los naranjos”, en el que la disposición de los árboles imita la disposición de las columnas interiores. Cuatro fuentes invitan a los fieles a las abluciones. La inmensa sala de oración se abre con su inmenso bosque de 1.300 columnas, de capiteles algunos corintios estilizados y otros muy desiguales por su diversa procedencia, y fustes de mármol, con la característica doble arquería, alternando dovelas de color blanco y rojo, resultado de la combinación de ladrillo y piedra. El mihrab es de mármol, lujosamente decorado en yeso y mosaicos bizantinos brillantemente coloreados sobre fondo de oro y bronce, además de cobre y plata. Por último dentro de esta mezquita se encuentra construida en 1238, tras la Reconsquista, se llevó a cabo su consagración como catedral con la ordenación episcopal de su primer obispo, Lope de Fitero.
 FACHADA DEL MIHRAB:                                      














Catedral dentro de la Mezquita: 


COMENTARIO
La palabra mezquita deriva del árabe masyid  que significa "lugar donde arrodillarse" lo que refleja la actitud del musulmancuando reza de "sometimiento" -esta es la traducción del vocablo Islam. Este templo no es solo donde se reunen los musulmanes para rezar a su dios, si no que se ha convertido en símbolo del Islam como religión y civilización. Los elementos principales de toda mezquita son: El oratorio (Haram), espacio cubierto donde se congregan los fieles durante la plegaria unido al patio descubierto (Sahn) que en muchas ocasiones se presenta rodeado por tres de sus lados por arcadas (riuaq). Toda mezquita cuenta con un estanque o piscina , con o sin fuentes, que suele estar situado en la zona central del patio. Por último el alminar o minarete es la torre de planta cuadrada o circular, que suele ubicarse en el extremo Norte del patio de abluciones y desde donde el muezzin o almuédano realiza la llamada a la oración (adhan) a todos los fieles cinco veces al día.
CONTEXTO HISTÓRICO
El Islam aparece en el s. VII en la Península Arábiga con la predicación de Mahoma, fue muy rápida su expansión debido a la predicación y,  sobre todo, la guerra santa (yihab), en solo un siglo habían llegado al norte de África y la península Ibérica. La conquista de la península ibérica por los musulmanes se inició a partir del año 711, y en pocos años conseguieron controlar todo el territorio al que llamaron Al-Andalus. La fase más importante del poder musulmán en al Andalus, el Califato de Córdoba, cuando  Abderramán III  adopta el título de califa. Durante los tres primero períodos la capital estuvo en Córdoba.Córdoba rivaliza en esplendor y prestigio. A raíz de esto se comenzó a realizar construcciones como: la Aljama de Córdoba, construida durante el Emirato y el Califato de Al Andalus, la primitiva mezquita es obra de Abderramán I (756-788) la realiza sobre la antigua iglesia visigoda de san Vicente, el palacio de Medina Azahara, mandado construir fuera de la ciudad de Córdoba por Abderramán III...

jueves, 2 de octubre de 2014

Neferu Atón Nefertiti



                                             Neferu Atón Nefertiti
                           
                             ENCUADRE

Obra:                             Nefertiti (Gran Esposa Real de la Dinastía XVIII de Egipto.)

Género:                        Escultura, Busto de Nefertiti.


Cronología:              Cerca 1345 a.C. Antiguo Egipto
                                                                           Imperio Nuevo



Material:                    Piedra caliza y yeso



Altura:                          48 cm

Peso:                                20 kg
 






ANÁLISIS 

Esta escultura esta realizada en piedra caliza y yeso. Nos encontramos ante una obra exenta o de bulto redondo. Representa la cabeza, el cuello y los hombros de una mujer coronada por una gran tiara tratándose, por lo tanto, de un busto. De apenas medio metro, la escultura con incrustaciones de cristal en los ojos para darle mayor realismo, aunque la incrustación del ojo izquierdo se ha perdido. La policromía, naranja para el rostro, azul, ocre y verde para la tiara y el cuello da gran viveza a la obra, conservada casi de manera milagrosa "in situ" hasta su descubrimiento. Como únicos adornos la reina porta un gran collar así como una hermosa tiara  y en su rostro sereno y simétrico muestra unos rasgos de gran belleza y finura. La reina aparece representada mirando al frente en un gesto distante e inexpresivo, aunque transmite serenidad y realeza al mismo tiempo.

                                                    COMENTARIO 






Esta escultura parece querer dejar constancia para la eternidad de la extraordinaria belleza de la modelo, la reina Nefertiti, cuyo nombre  propio ya significaba "la belleza ha llegado".  La cabeza, unida a los hombros por un largo y estilizado cuello, se mueve hacia el frente y adelante creando un movimiento de gran belleza que se ve contrarrestado por la frente huidiza y la corona que marca una dirección opuesta, hacia detrás. La escultura transmite serenidad y belleza y, aunque responde a la concepción frontal de la escultura egipcia, el movimiento sutil dado por el cuello y la corona crean un efecto único y excepcional en el arte egipcio.
Así mismo, nada que ver tiene esta hermosa escultura, cuya finalidad seguramente sería privada al servir de modelo al escultor para otras obras, con los relieves que representan a la reina acompañada del faraón y sus hijos.



                CONTEXTO HISTÓRICO








El busto de Nefertiti es una obra de arte egipcio. Concretamente pertenece al Imperio Nuevo y a un momento muy particular de la Historia de Egipto, cuando se produce la revolución de Tell Amarna  protagonizada por Amenofis IV, Akhenaton, esposo de Nefertiti. Es importante este detalle porque es en esa fase del Antiguo Egipto cuando su arte, muy conservador a lo largo de toda su larga historia y muy poco proclive a los cambios de estilo, varía ahora su habitual forma de trabajo y su estética, buscando en general un mayor realismo y un alejamiento de las formas simbólicas que hasta entonces había sido lo habitual.